26 de agosto de 2015

El final del verano.

Llegó el final del mes de vacaciones por excelencia: Agosto. En estos momentos muchas familias regresan a sus lugares de residencia habituales, muchas veces lejos del pueblo. Me apetecía visitar la Ribera de Mahide de Aliste (Zamora). La ribera; ahora en silencio, sin las correrías de los chavales ni el sonido de la gaita. Tan sólo los cantares del viento en las hojas y el tímido trino de algún Colirrojo Tizón entre los matorrales, que anuncia el fin del verano, como cantaba el Dúo Dinámico con un tema que tantas lágrimos hizo derramar y tantas promesas entre amores de verano incumplidas. Esta es mi banda sonora en esta época del año: Colirrojos reales, algún Petirrojo, hojas mecidas por el viento, en un escenario de cielos nublados, con bajada de temperaturas y completamente vacío de vida humana.
Abandono la zona con una promesa: volveré cuando las hojas se tornen doradas, los ciervos anuncien la llegada del otoño y los gnomos nos muestren sus casas...